Lección 305

Hay una paz que Cristo nos concede.

1. El que sólo utiliza la visión de Cristo encuentra una paz tan profunda y serena, tan imperturbable y completamente inalterable, que no hay nada en el mundo que sea comparable. Las comparaciones cesan ante esa paz. Y el mundo entero parte en silencio a medida que esta paz lo envuelve y lo transporta dulcemente hasta la verdad, para ya nunca volver a ser la morada del temor. Pues el amor ha llegado, y ha sanado al mundo al concederle la paz de Cristo.

2. Padre, la paz de Cristo se nos concede porque Tu Voluntad es que nos salvemos. Ayúdanos hoy a aceptar únicamente Tu regalo y a no juzgarlo. Pues se nos ha concedido para que podamos salvarnos del juicio que hemos emitido acerca de nosotros mismos.

Lección 304

Que mi mundo no nuble la visión de Cristo.

1. Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se entrometa en ella. Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo contempla a menos que utilice Su visión. La percepción es un espejo, no un hecho. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera. Quiero bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo. Y veré las señales inequívocas de que todos mis pecados me han sido perdonados.

2. Tú me conduces de las tinieblas a la luz y del pecado a la santidad. Déjame perdonar y así recibir la salvación del mundo. Ése es Tu regalo, Padre mío, que se me concede para que yo se lo ofrezca a Tu santo Hijo, de manera que él pueda hallar Tu recuerdo, y el de Tu Hijo tal como Tú lo creaste.

Lección 303

Hoy nace en mí el Cristo santo.

1. Velad conmigo, ángeles, velad conmigo hoy. Que todos los santos Pensamientos de Dios me rodeen y permanezcan muy quedos a mi lado mientras nace el Hijo del Cielo. Que se acallen todos los sonidos terrenales y que todos los panoramas que estoy acostumbrado a ver desaparezcan. Que a Cristo se le dé la bienvenida allí donde Él está en Su hogar, y que no oiga otra cosa que los sonidos que entiende y vea únicamente los panoramas que reflejan el Amor de Su Padre. Que Cristo deje de ser un extraño aquí, pues hoy Él renace en mí.

2. Le doy la bienvenida a tu Hijo, Padre. Él ha venido a salvarme del malvado ser que fabriqué. Tu Hijo es el Ser que Tú me has dado. Él es lo que yo soy en verdad. Él es el Hijo que Tú amas por sobre todas las cosas. Él es mi Ser tal como Tú me creaste. No es Cristo quien puede ser crucificado. A salvo en Tus Brazos, déjame recibir a Tu Hijo.

Lección 302

Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.

1. Padre, por fin estamos abriendo los ojos. Tu santo mundo nos espera, pues por fin hemos recobrado la visión y podemos ver. Pensábamos que estábamos sufriendo. Pero era que nos habíamos olvidado del Hijo que Tú creaste. Ahora vemos que las tinieblas son el producto de nuestra propia imaginación y que la luz está ahí para que la contemplemos. La visión de Cristo transforma las tinieblas en luz, pues el miedo no puede sino desaparecer ante la llegada del amor. Déjame perdonar hoy Tu santo mundo, para poder contemplar su santidad y entender que no es sino el reflejo de la mía.

2. Nuestro Amor nos espera conforme nos dirigimos a Él y, al mismo tiempo, marcha a nuestro lado mostrándonos el camino. No puede fracasar en nada. Él es el fin que perseguimos, así como los medios por los que llegamos a Él.

Lección 301

Y Dios Mismo enjugará todas las lágrimas.
1. Padre, a menos que juzgue no puedo sollozar. Tampoco puedo experimentar dolor o sentirme abandonado o creer que no se me necesita en este mundo. Éste es mi hogar porque no lo juzgo, y, por lo tanto, es únicamente lo que Tú quieres que sea. Hoy lo quiero contemplar sin condenarlo, a través de ojos felices que el perdón haya liberado de toda distorsión. Hoy quiero ver Tu mundo en lugar del mío. Y me olvidaré de todas las lágrimas que he derramado, pues su fuente ha desaparecido. Padre, hoy no juzgaré Tu mundo.
2. El mundo de Dios es un mundo feliz. Los que lo contemplan pueden tan sólo sumar a él su propia dicha y bendecirlo por ser causa de una mayor dicha para ellos. Llorábamos porque no entendíamos. Pero hemos aprendido que el mundo que veíamos era falso, y hoy vamos a contemplar el de Dios.

9. ¿Qué es el Segundo Advenimiento?

L-pII.9.1. El Segundo Advenimiento de Cristo, que es tan seguro como Dios, es simplemente la corrección de todos los errores y el restablecimiento de la cordura. Es parte de la condición que reinstaura lo que nunca se perdió y re-establece lo que es eternamente verdad. Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas.
L-pII.9.2. La naturaleza totalmente inclusiva del Segundo Advenimiento de Cristo es lo que le permite envolver al mundo y mantenerte a salvo en su dulce llegada, la cual abarca a toda cosa viviente junto contigo. La liberación a la que el Segundo Advenimiento da lugar no tiene fin, pues la creación de Dios es ilimitada. La luz del perdón ilumina el camino del Segundo Advenimiento porque refulge sobre todas las cosas a la vez y cual una sola. Y así, por fin, se reconoce la unidad.
L-pII.9.3. El Segundo Advenimiento marca el fin de las enseñanzas del Espíritu Santo, allanando así el camino para el juicio Final, en el que el aprendizaje termina con un último resumen que se extenderá más allá de sí mismo hasta llegar a Dios. En el Segundo Advenimiento todas las mentes se ponen en manos de Cristo, para serle restituidas al espíritu en el nombre de la verdadera creación y de la Voluntad de Dios.
L-pII.9.4. El Segundo Advenimiento es el único acontecimiento en el tiempo que el tiempo mismo no puede afectar. Pues a todos los que vinieron a morir aquí o aún han de venir, o a aquellos que están aquí ahora, se les libera igualmente de lo que hicieron. En esta igualdad se reinstaura a Cristo como una sola Identidad, en la Cual los Hijos de Dios reconocen que todos ellos son uno solo. Y Dios el Padre le sonríe a Su Hijo, Su única creación y Su única dicha.
L-pII.9.5. Ruega, pues, por que el Segundo Advenimiento tenga lugar pronto, pero no te limites a eso. Pues necesita tus ojos, tus oídos, tus manos y tus pies. Necesita tu voz. Pero sobre todo, necesita tu buena voluntad. Regocijémonos de que podamos hacer la Voluntad de Dios y unirnos en Su santa luz. ¡Pues mirad!, el Hijo de Dios es uno solo en nosotros, y podemos alcanzar el Amor de nuestro Padre a través de él.

Lección 300

Este mundo dura tan sólo un instante.
1. Este pensamiento se puede utilizar para expresar que la muerte y el pesar es lo que le espera a todo aquel que viene aquí, pues sus alegrías desaparecen antes de que las pueda disfrutar o incluso tener a su alcance. Mas es también la idea que no permite que ninguna percepción falsa nos mantenga en su yugo, ni represente más que una nube pasajera en un firmamento eternamente despejado. Y es esta calma, clara, obvia y segura, lo que buscamos hoy.
2. Hoy vamos en busca de Tu mundo santo. Pues nosotros, Tus amorosos Hijos, perdimos el rumbo por un momento. Mas al haber escuchado Tu Voz hemos aprendido exactamente lo que tenemos que hacer para que se nos restituya el Cielo y nuestra verdadera Identidad. Y damos gracias hoy de que el mundo dure tan sólo un instante. Queremos ir más allá de ese ínfimo instante y llegar a la eternidad.

Lección 299

La santidad eterna mora en mí
1. Mi santidad está mucho más allá de mi propia capacidad de comprender o saber lo que es. No obstante, Dios, mi Padre, Quien la creó, reconoce que mi santidad es la Suya. Nuestra Voluntad conjunta comprende lo que es. Y nuestra Voluntad conjunta sabe que así es.
2. Padre, mi santidad no procede de mí. No es mía para dejar que el pecado la destruya. No es mía para dejar que sea el blanco del ataque. Las ilusiones pueden ocultarla, pero no pueden extinguir su fulgor ni atenuar su luz. Se yergue por siempre perfecta e intacta. En ella todas las cosas sanan, pues siguen siendo tal como Tú las creaste. Y puedo conocer mi santidad, pues fui creado por la Santidad Misma, y puedo conocer mi Fuente porque Tu Voluntad es que se Te conozca.

Lección 298

Te amo, Padre, y amo también a Tu Hijo.
1. Mi gratitud hace posible que mi amor sea aceptado sin miedo. Y, de esta manera, se me restituye por fin mi Realidad. El perdón elimina todo cuanto se interponía en mi santa visión. Y me aproximo al final de todas las jornadas absurdas, las carreras locas y los valores artificiales. En su lugar, acepto lo que Dios establece como mío, seguro de que sólo mediante ello me puedo salvar, y de que atravieso el miedo para encontrarme con mi Amor.
2. Padre, hoy vengo a Ti porque no quiero seguir otro camino que no sea el Tuyo. Tú estás a mi lado. Tu camino es seguro. Y me siento agradecido por tus santos regalos: un santuario seguro y la escapatoria de todo lo que menoscabaría mi amor por Dios mi Padre y por Su santo Hijo.

Lección 297

El perdón es el único regalo que doy.
1. El perdón es el único regalo que doy, ya que es el único regalo que deseo. Y todo lo que doy, es a mí mismo a quien se lo doy. Ésta es la sencilla fórmula de la salvación. Y yo, que quiero salvarme, la adoptaré, para regir mi vida por ella en un mundo que tiene necesidad de salvación y que se salvará al aceptar yo la Expiación para mí mismo.
2. Padre, ¡cuán certeros son Tus caminos; cuán seguro su desenlace final y cuán fielmente se ha trazado y logrado cada paso de mi salvación mediante Tu Gracia! Gracias a Ti por Tus eternos regalos, y gracias a Ti también por mi Identidad.

Lección 296

El Espíritu Santo habla hoy atravéz de mi.
1. El Espíritu Santo necesita hoy mi voz para que todo el mundo pueda escuchar Tu Voz y oír Tu Palabra a través de mí. Estoy resuelto a dejar que hables a través de mí, pues no quiero usar otras palabras que las Tuyas, ni tener pensamientos aparte de los Tuyos, pues sólo los Tuyos son verdaderos. Quiero ser el salvador del mundo que fabriqué. Pues ya que lo condené, quiero liberarlo, de manera que pueda escapar y oír la Palabra que Tu santa Voz ha de comunicarme hoy.
2. Hoy sólo enseñaremos lo que queremos aprender, y nada más. De este modo, nuestro objetivo de aprendizaje queda libre de conflictos, lo cual nos permite alcanzarlo con facilidad y rapidez. ¡Cuán gustosamente viene el Espíritu Santo a rescatarnos del infierno cuando permitimos que a través de nosotros Sus enseñanzas persuadan al mundo para que busque y halle el fácil sendero que conduce a Dios!

Lección 295

El Espíritu Santo ve hoy a través de mí.

1. Hoy Cristo pide valerse de mis ojos para así redimir al mundo. Me pide este regalo para poder ofrecerme paz mental y eliminar todo terror y pesar. Y a medida que se me libra de éstos, los sueños que parecían envolver al mundo desaparecen. La redención es una. Al salvarme yo, el mundo se salva conmigo. Pues todos tenemos que ser redimidos juntos. El miedo se presenta en múltiples formas, pero el amor es uno.

2. Padre mío, Cristo me ha pedido un regalo, regalo éste que doy para que se me dé a mí. Ayúdame a usar los ojos de Cristo hoy, y permitir así que el Amor del Espíritu Santo bendiga todo cuanto contemple, de modo que la compasión de Su Amor pueda descender sobre mí.

Lección 294

Mi cuerpo es algo completamente neutro.

1. Soy un Hijo de Dios. ¿Cómo iba a poder ser también otra cosa? ¿Acaso creó Dios lo mortal y lo corruptible? ¿De qué le sirve al bienamado Hijo de Dios lo que ha de morir? Sin embargo, lo que es neutro no puede ver la muerte, pues allí no se han depositado pensamientos de miedo, ni se ha hecho de ello una parodia del amor. La neutralidad del cuerpo lo protege mientras siga siendo útil. Una vez que no tenga ningún propósito, se dejará a un lado. No es que haya enfermado, esté viejo o lesionado. Es que simplemente no tiene ninguna función, es innecesario, y, por consiguiente, se le desecha. Haz que hoy no vea en él más que esto: algo que es útil por un tiempo y apto para servir, que se conserva mientras pueda ser de provecho, y luego es reemplazado por algo mejor.

2. Mi cuerpo, Padre, no puede ser Tu Hijo. Y lo que no ha sido creado no puede ser ni pecaminoso ni inocente; ni bueno ni malo. Déjame, pues, valerme de este sueño para poder ser de ayuda en Tu plan de que despertemos de todos los sueños que urdimos.

Lección 293

El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor.

1. El miedo ya se acabó porque su fuente ha desaparecido, y con ella, todos sus pensamientos desaparecieron también. El amor sigue siendo el único estado presente, cuya Fuente está aquí para siempre. ¿Cómo iba a parecerme el mundo claro y diáfano, seguro y acogedor, cuando todos mis errores pasados lo oprimen y me muestran manifestaciones distorsionadas de miedo? Mas en el presente el amor es obvio y sus efectos evidentes. El mundo entero resplandece en el reflejo de su santa luz, y por fin percibo un mundo perdonado.

2. Padre no permitas que Tu santo mundo me pase desapercibido hoy, ni que mis oídos sean sordos a todos los himnos de gratitud que el mundo entona bajo los sonidos del miedo. Hay un mundo real que el presente mantiene a salvo de todos los errores del pasado. Y éste es el único mundo que quiero tener ante mis ojos hoy.

Lección 292

Todo tendrá un desenlace feliz.

1. Las promesas de Dios no hacen excepciones. Y Él garantiza que la dicha será el desenlace final de todas las cosas. De nosotros depende, no obstante, cuándo habrá de lograrse eso: hasta cuándo vamos a permitir que una voluntad ajena parezca oponerse a la Suya. Pues mientras pensemos que esa voluntad es real, no hallaremos el final que Él ha dispuesto sea el desenlace de todos los problemas que percibimos, de todas las tribulaciones que vemos y de todas las situaciones a que nos enfrentamos. Mas ese final es seguro. Pues la Voluntad de Dios se hace en la tierra, así como en el Cielo. Lo buscaremos y lo hallaremos, tal como dispone Su Voluntad, la Cual garantiza que nuestra voluntad se hace.

2. Te damos gracias, Padre, por Tu garantía de que al final todo tendrá un desenlace feliz. Ayúdanos a no interferir y demorar así el feliz desenlace que nos has prometido para cada problema que podamos percibir y para cada prueba por la que todavía creemos que tenemos que pasar.


 

8. ¿Qué es el mundo real?

L-pII.8.1. El mundo real es un símbolo, como todo lo demás que la percepción ofrece. No obstante, es lo opuesto a lo que tú fabricaste. Ves tu mundo a través de los ojos del miedo, lo cual te trae a la mente los testigos del terror. El mundo real sólo lo pueden percibir los ojos que han sido bendecidos por el perdón, los cuales, consecuentemente, ven un mundo donde el terror es imposible y donde no se puede encontrar ningún testigo del miedo.

L-pII.8.2. El mundo real te ofrece una contrapartida para cada pensamiento de infelicidad que se ve reflejado en tu mundo, una corrección segura para las escenas de miedo y los clamores de batalla que pueblan tu mundo. El mundo real muestra un mundo que se contempla de otra manera: a través de ojos serenos y de una mente en paz. Allí sólo hay reposo. No se oyen gritos de dolor o de pesar, pues allí nada está excluido del perdón. Y las escenas que se ven son apacibles, pues sólo escenas y sonidos felices pueden llegar hasta la mente que se ha perdonado a sí misma.

L-pII.8.3. ¿Qué necesidad tiene dicha mente de pensamientos de muerte, asesinato o ataque? ¿De qué puede sentirse rodeada sino de seguridad, amor y dicha? ¿Qué podría haber que ella quisiese condenar? ¿Y contra qué querría juzgar? El mundo que ve emana de una mente que está en paz consigo misma. No ve peligro en nada de lo que contempla, pues es bondadosa, y lo único que ve es bondad.

L-pII.8.4. El mundo real es el símbolo de que al sueño de pecado y culpabilidad le ha llegado su fin y de que el Hijo de Dios ha despertado. Y sus ojos, abiertos ahora, perciben el inequívoco reflejo del Amor de su Padre, la infalible promesa de que ha sido redimido. El mundo real representa el final del tiempo, pues cuando se percibe, el tiempo deja de tener objeto.

L-pII.8.5. El Espíritu Santo no tiene necesidad del tiempo una vez que éste ha servido el propósito que Él le había asignado. Ahora espera un sólo instante más para que Dios dé el paso final y el tiempo desaparezca llevándose consigo la percepción y dejando solamente a la verdad para que sea tal como es. Ese instante es nuestro objetivo, pues en él yace el recuerdo de Dios. Y al contemplar un mundo perdonado, Él es Quien nos llama y nos viene a buscar para llevarnos a casa, recordándonos nuestra Identidad, la cual nos ha sido restituida mediante nuestro perdón.

Lección 291

Éste es un día de sosiego y de paz.

1. Hoy la visión de Cristo contempla todo a través de mí. Su vista me muestra que todas las cosas han sido perdonadas y que se encuentran en paz, y le ofrece esa misma visión al mundo. En su nombre acepto esta visión para mí, así como para el mundo. ¡Cuánta hermosura contemplamos en este día! ¡Cuánta santidad vemos a nuestro alrededor! Y se nos concede reconocer que es una santidad que compartimos, pues es la Santidad de Dios Mismo.

2. Mi mente se aquieta hoy, para recibir los Pensamientos que Tú me ofreces. Y acepto lo que procede de Ti, en lugar de lo que procede de mí. No sé cómo llegar hasta Ti. Mas Tú lo sabes perfectamente. Padre, guía a Tu Hijo por el tranquilo sendero que conduce a Ti. Haz que mi perdón sea total y completo y que Tu recuerdo retorne a mí.

Lección 290

Lo único que veo es mi actual felicidad.

1. A menos que contemple lo que no está ahí, lo único que veo es mi actual felicidad. Los ojos que comienzan a abrirse por fin pueden ver. Y deseo que la visión de Cristo descienda sobre mí hoy mismo. Pues lo que percibo a través de mi propia vista sin la Corrección que Dios me dio para ella, es atemorizante y doloroso de contemplar. Mas no voy a permitir que mi mente se siga engañando un solo instante más, creyendo que el sueño que inventé es real. Éste es el día en que voy en pos de mi actual felicidad y en el que no he de contemplar nada que no sea lo que busco.

2. Con esta resolución vengo a Ti, y te pido que me prestes tu fortaleza, mientras procuro únicamente hacer Tu Voluntad. No puedes dejar de oírme, Padre. Pues lo que pido ya me lo has dado. Y estoy seguro de que hoy veré mi felicidad.


 

Lección 289

El pasado ya pasó. No me puede afectar.

1. A menos que el pasado se haya borrado de mi mente, no podré contemplar el mundo real. Pues en ese caso no estaría contemplando nada, sino viendo lo que no esta ahí. ¿Cómo podría entonces percibir el mundo que el perdón ofrece? El propósito del pasado fue precisamente ocultarlo, pues dicho mundo sólo se puede ver en el ahora. No tiene pasado. Pues, ¿a qué se le puede conceder perdón sino al pasado, el cual al ser perdonado desaparece?

2. Padre, no me dejes contemplar un pasado que no existe. Pues Tú me has ofrecido Tu Propio substituto: un mundo presente que el pasado ha dejado intacto y libre de pecado. He aquí el final de la culpabilidad. Y aquí me preparo para Tu paso final. ¿Cómo iba a exigirte que siguieses esperando hasta que Tu Hijo encontrase la belleza que Tu dispusiste fuese el final de todos sus sueños y todo su dolor?

Lección 288

Que me olvide hoy del pasado de mi hermano.

1. Éste es el pensamiento que me conduce a Ti y me lleva a mi meta. No puedo llegar hasta Ti sin mi hermano. Y para conocer mi Fuente, tengo primero que reconocer lo que Tú creaste uno conmigo. La mano de mi hermano es la que me conduce a Ti. Sus pecados están en el pasado junto con los míos, y me he salvado porque el pasado ya pasó. No permitas que lo siga abrigando en mi corazón, pues me desviaría del camino que me lleva a Ti. Mi hermano es mi salvador. No dejes que ataque al salvador que Tú me has dado. Por el contrarío, déjame honrar a aquel que lleva tu Nombre, para así poder recordar que es el mío también.

2. Perdóname hoy. Y sabrás que me has perdonado si contemplas a tu hermano en la luz de la santidad. Él no puede ser menos santo que yo, y tú no puedes ser más santo que él.

Lección 287

Tú eres mi única meta, Padre mío, sólo Tú.

1. ¿Adónde querría ir sino al Cielo? ¿Qué podría substituir a la felicidad? ¿Qué regalo podría preferir a la paz de Dios? ¿Qué tesoro querría buscar, hallar y conservar que pudiera compararse con mi Identidad? ¿Cómo iba a preferir vivir con miedo que con amor?

2. Tú eres mi meta, Padre mío. ¿Qué otra cosa aparte de Ti podría desear? ¿Qué otro camino iba a desear recorrer sino el que conduce a Ti? ¿Y qué otra cosa sino Tu recuerdo podría significar para mí el final de los sueños y de las sustituciones fútiles de la verdad? Tú eres mi única meta. Tu Hijo desea ser como Tú lo creaste. ¿De qué otra manera, sino, podría esperar reconocer a mi Ser y volverme uno con mi Identidad?

Lección 286

La quietud del Cielo envuelve hoy mi corazón.

1. Padre, ¡qué día tan sereno el de hoy! ¡Cuán armoniosamente cae todo en su sitio! Éste es el día señalado para que llegue a entender la lección de que no tengo que hacer nada. En Ti ya se han tomado todas las decisiones. En Ti ya se ha resuelto todo conflicto. En Ti ya se han colmado todas mis esperanzas. La paz es mía. Mi corazón late tranquilo y mi mente se halla en reposo. Tu Amor es el Cielo y Tu Amor es mío.

2. La quietud de hoy nos dará esperanzas de que hemos encontrado el camino y de que ya hemos recorrido un gran trecho por él hacia una meta de la que estamos completamente seguros. Hoy no dudaremos del final que Dios Mismo nos ha prometido. Confiamos en Él y en nuestro Ser, el cual sigue siendo uno con Él.

Lección 285

Hoy mi santidad brilla clara y radiante.

1. Hoy me despierto lleno de júbilo, sabiendo que sólo han de acontecerme cosas buenas procedentes de Dios. Eso es todo lo que pido, y sé que mi ruego recibirá respuesta debido a los pensamientos a los que va dirigido. Y en el instante en que acepte mi santidad, lo único que pediré serán cosas dichosas. Pues, ¿qué utilidad tendría el dolor para mí, para qué iba a querer el sufrimiento, y de qué me servirían el pesar y la pérdida si la demencia se alejara hoy de mí y en su lugar aceptara mi santidad?

2. Padre, mi santidad es la Tuya. Permítaseme regocijarme en ella y recobrar la cordura mediante el perdón. Tu Hijo sigue siendo tal como Tú lo creaste. Mi santidad es parte de mí y también de Ti. Pues, ¿qué podría alterar a la Santidad Misma?

Lección 284

Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor.

1. Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente. El dolor es imposible. No hay pesar que tenga causa alguna. Y cualquier clase de sufrimiento no es más que un sueño. Ésta es la verdad, que al principio sólo se dice de boca, y luego, después de repetirse muchas veces, se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas. Más tarde se considera seriamente cada vez más y finalmente se acepta como la verdad. Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor. Y hoy deseo ir más allá de las palabras y de todas mis reservas, y aceptar plenamente la verdad que reside en ellas.

2. Padre, lo que Tú me has dado no puede hacerme daño, por lo tanto, el sufrimiento y el dolor son imposibles. Que mi confianza en Ti no flaquee hoy. Que acepte como Tu regalo únicamente aquello que produce felicidad y que acepte como la verdad únicamente aquello que me hace feliz.

Lección 283

Mi verdadera Identidad reside en Ti.

1. Padre, forjé una imagen de mí mismo, y a eso es a lo que llamo el Hijo de Dios. Mas la creación sigue siendo como siempre fue, pues Tu creación es inmutable. No quiero rendirle culto a ningún ídolo. Yo soy aquel que mi Padre ama. Mi santidad sigue siendo la luz del Cielo y el Amor de Dios. ¿Cómo no va a estar a salvo lo que Tú amas? ¿No es acaso infinita la luz del Cielo? ¿No es Tu Hijo mi verdadera Identidad, toda vez que Tú creaste todo cuanto existe?

2. Ahora todos somos uno en la Identidad que compartimos, ya que Dios nuestro Padre es nuestra única Fuente, y todo lo creado forma parte de nosotros. Y así, le ofrecemos nuestra bendición a todas las cosas y nos unimos amorosamente al mundo, el cual nuestro perdón ha hecho que sea uno con nosotros.

Lección 282

Hoy no tendré miedo del amor.

1. Sólo con que pudiese comprender esto hoy, el mundo entero se salvaría. Pues es la decisión de abandonar la locura y de aceptarme tal como Dios Mismo, mi Padre y mi Fuente, me creó. Es la resolución de no seguir dormido en sueños de muerte, mientras la verdad sigue viviendo eternamente en el júbilo del amor. Y es asimismo la resolución de reconocer al Ser que Dios creó como el Hijo que Él ama, el Cual sigue siendo mi única Identidad.

2. Padre, Tu Nombre, al igual que el mío, es Amor. Ésa es la verdad. ¿Y es posible acaso cambiar la verdad dándole simplemente otro nombre? El nombre del miedo es simplemente un error. Que hoy no tenga miedo de la verdad.

Lección 281

Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.

1. Padre, Tu Hijo es perfecto. Cuando pienso que algo o alguien me ha hecho daño, es porque me he olvidado de quién soy y de que soy tal como Tú me creaste. Tus Pensamientos sólo pueden proporcionarme felicidad. Si me siento triste, herido o enfermo, es porque he olvidado lo que Tú piensas, y he implantado mis absurdas ideas en el lugar donde a Tus Pensamientos les corresponde estar, y donde están. Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño. Los Pensamientos que pienso Contigo sólo pueden bendecir, y sólo ellos son verdad.

2. Hoy no me haré daño a mí mismo. Pues me encuentro mucho más allá de cualquier dolor. Mi Padre me puso a salvo en el Cielo y vela por mí. Y yo no quiero atacar al Hijo que Él ama porque lo que Él ama es también objeto de mi amor.

7. ¿Qué es el Espíritu Santo?

L-pII.7.1. El Espíritu Santo es el mediador entre las ilusiones y la verdad. Puesto que tiene que salvar la brecha entre la realidad y los sueños, la percepción conduce al conocimiento a través de la gracia que Dios le ha dado para que sea el regalo que le hace a todo aquel que acude a Él en busca de la verdad. A través del puente que Él tiende se llevan todos los sueños ante la verdad para que la luz del conocimiento los disipe. Allí los sonidos y las imáge­nes se descartan para siempre. Y donde antes se percibían, el perdón ha hecho posible el tranquilo final de la percepción.

L-pII.7.2. El objetivo de las enseñanzas del Espíritu Santo es precisamente acabar con los sueños. Pues todo sonido e imagen tiene que transformarse de testigo del miedo en testigo del amor. Y cuando esto se logre, el aprendizaje habrá alcanzado el único objetivo que jamás tuvo realmente. Pues el aprendizaje, tal como el Espíritu Santo lo utiliza a fin de alcanzar el resultado que Él percibe para él, se convierte en el medio que se transciende a sí mismo, de manera que pueda ser reemplazado por la Verdad Eterna.

L-pII.7.3. Si supieses cuánto anhela tu Padre que reconozcas tu impecabilidad, no dejarías que Su Voz te lo pidiese en vano, ni le darías la espalda a lo que Él te ofrece para reemplazar a todas las imágenes y sueños atemorizantes que tú has forjado. El Espíritu Santo entiende los medios que fabricaste para alcanzar lo que por siempre ha de ser inalcanzable. Mas si se los ofreces a Él, Él se valdrá de esos medios que inventaste a fin de exiliarte para llevar a tu mente allí donde verdaderamente se encuentra en su hogar.

L-pII.7.4. Desde el conocimiento, donde Dios lo ubicó, el Espíritu Santo te exhorta a dejar que el perdón repose sobre tus sueños para que puedas recobrar la cordura y la paz interior. Sin el perdón, tus sueños seguirán aterrorizándote. Y el recuerdo de todo el Amor de tu Padre no podrá retornar a tu mente para proclamar que a los sueños les ha llegado su fin.

L-pII.7.5. Acepta el regalo que Tu Padre te hace. Es un llamamiento que el Amor le hace al Amor para que tan sólo sea lo que es. El Espíritu Santo es el regalo de Dios mediante el cual se le restituye la quietud del Cielo al bienamado Hijo de Dios. ¿Te negarías a asumir la función de completar a Dios, cuando todo lo que Su Voluntad dispone es que tú estés completo?

Lección 280

¿Qué límites podría imponerle yo al Hijo de Dios?

1. Aquel que Dios creó ilimitado es libre. Puedo inventar una prisión para él, mas sólo en ilusiones, no en la realidad. Ningún Pensamiento de Dios ha abandonado la Mente de su Padre; ningún Pensamiento de Dios está limitado en modo alguno; ningún Pensamiento de Dios puede dejar de ser eternamente puro. ¿Puedo acaso imponerle límites al Hijo de Dios, cuando su Padre dispuso que fuese ilimitado y semejante a Él en libertad y amor?

2. Hoy quiero rendir honor a Tu Hijo, pues sólo así puedo encontrar el camino que me conduce hasta Ti. Padre, no le impondré límite alguno al Hijo que Tú amas y que creaste ilimitado. El honor que le rindo a él Te lo rindo a Ti, y lo que es para Ti es también para mí.

Lección 279

La libertad de la creación garantiza la mía.

1. Se me ha prometido el fin de los sueños porque el Amor de Dios no abandonó a Su Hijo. Únicamente en sueños parece él estar aprisionado, en espera de una libertad futura, si es que ésta ha de llegar. Pero en realidad sus sueños ya se acabaron, y la verdad ocupa su lugar. Ahora él es libre. ¿Por qué he de seguir esperando mi libertad encadenado, cuando ya he sido liberado de mis cadenas y Dios me ofrece la libertad ahora?

2. Hoy aceptaré Tus promesas y depositaré mi fe en ellas. Mi Padre ama a aquel a quien creó como Su Hijo. ¿Me negarías, entonces, los regalos que me hiciste?

Lección 278

Si estoy aprisionado, mi Padre no es libre.

1. Si acepto que estoy aprisionado dentro de un cuerpo, en un mundo en el que todo lo que aparentemente vive parece morir, entonces mi Padre está aprisionado al igual que yo. Y esto es lo que creo cuando afirmo que tengo que obedecer las leyes que el mundo obedece, y que las flaquezas y los pecados que percibo son reales e ineludibles. Si de algún modo estoy aprisionado, ello significa que no conozco ni a mi Padre ni a mi Ser. Y significa asimismo que no formo parte de la realidad en absoluto, pues la verdad es libre, y lo que está aprisionado no forma parte de la verdad.

2. Padre, lo único que pido es la verdad. He tenido muchos pensamientos descabellados acerca de mí mismo y de mi creación, y he introducido en mi mente un sueño de miedo. Hoy no quiero soñar. Elijo el camino que conduce a Ti en lugar de la locura y el miedo. Pues la verdad está a salvo, y sólo el amor es seguro.

Lección 277

No dejes que aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.

1. Tu Hijo es libre, Padre mío. No dejes que me imagine que lo he aprisionado con las leyes que yo mismo inventé para que gobernasen el cuerpo. Él no está sujeto a ninguna de las leyes que promulgué para ofrecerle más seguridad al cuerpo. Lo que cambia no puede alterarlo a él en absoluto. Él no es esclavo de ninguna de las leyes del tiempo. Él es tal como Tú lo creaste porque no conoce otra ley que la del amor.

2. No adoremos ídolos ni creamos en ninguna ley que la idolatría quiera maquinar para ocultar la libertad de que goza el Hijo de Dios. El Hijo de Dios no está encadenado por nada excepto por sus propias creencias. Mas lo que él es, está mucho más allá de su fe en la esclavitud o en la libertad. Es libre por razón de Quién es su Padre. Y nada puede aprisionarlo a menos que la verdad de Dios pueda mentir y Dios pueda disponer engañarse a Sí Mismo.

Lección 276

 Se me ha dado la Palabra de Dios para que la comparta.

1. ¿Qué dice la Palabra de Dios? ”Mi Hijo es tan puro y santo como Yo Mismo.” Así fue como Dios se convirtió en el Padre del Hijo que Él ama, pues así fue como lo creó. Ésta es la Palabra que el Hijo no creó con el Padre, pues nació como resultado de ella. Aceptemos Su Paternidad, y todo se nos dará. Mas si negamos que fuimos creados en Su Amor, estaremos negando nuestro Ser, y así, no tendremos certeza acerca de quiénes somos, Quién es nuestro Padre y cuál es nuestro propósito aquí. No obstante, sólo con que reconozcamos a Aquel que nos dio Su Palabra en nuestra creación, Su recuerdo aflorará de nuevo en nuestras mentes y así podremos recordar a nuestro Ser.

2. Padre, he hecho mía Tu Palabra. Y es ésta la que les quiero compartir a todos mis hermanos, quienes me fueron confiados para que los amara como si fuesen míos, tal como yo soy amado, bendecido y salvado por Ti.

Lección 275

La sanadora Voz de Dios protege hoy todas las cosas.

1. Escuchemos hoy a la Voz que habla por Dios, la cual nos habla de una lección ancestral que es tan cierta hoy como siempre lo fue. Sin embargo, este día ha sido seleccionado como aquel en el que hemos de buscar y oír, aprender y entender. Escuchemos juntos, pues lo que nos dice la Voz que habla por Dios no lo podemos entender por nuestra cuenta, ni aprenderlo estando separados. En esto reside la protección de todas las cosas. Y en esto se encuentra la curación que brinda la Voz que habla por Dios.

2. Tu sanadora Voz protege hoy todas las cosas, por lo tanto, dejo todo en Tus Manos. No tengo que estar ansioso por nada. Pues Tu Voz me indicará lo que tengo que hacer y adónde debo ir, con quién debo hablar y qué debo decirle, qué pensamientos debo albergar y qué palabras transmitirle al mundo. La seguridad que ofrezco me es dada a mí. Padre, Tu Voz protege todas las cosas a través de mí.