T-18.VI.1 - El Cielo

El Cielo no es un lugar ni tampoco una condición. Es simplemente la conciencia de la perfecta unicidad, y el conocimiento de que no hay nada más: nada fuera de esta unicidad, ni nada adentro. 

T-18.VI.1:5-6

T-22.II.13. Lo único que necesitas hacer para morar aquí apaciblemente junto a Cristo, es compartir Su visión. Su visión se le concede inmediatamente y de todo corazón a todo aquel que esté dispuesto a ver a su hermano libre de pecado. Y tienes que estar dispuesto a no excluir a nadie, si quieres liberarte completamente de todos los efectos del pecado. ¿Te concederías a ti mismo un perdón parcial? ¿Puedes alcanzar el Cielo mientras un solo pecado aún te tiente a seguir sufriendo? El Cielo es el hogar de la pureza perfecta, y Dios lo creó para ti. Contempla a tu santo hermano, tan libre de pecado como tú, y permítele que te conduzca hasta allí.