La creencia en la separación

LA CREENCIA EN LA SEPARACIÓN
... una vez que nos identificamos con el sistema de pensamiento del ego, también nos identificamos con su miedo a Dios, lo que nos hace defendernos contra ese miedo fabricando un mundo en el que este sistema de pensamiento simplemente se despliega una y otra vez. Así que la manera de resolver cualquier problema en el mundo no es intentar resolverlo en el nivel de su expresión -el nivel del cuerpo o del mundo- sino simplemente llevarlo de regreso a su fuente, que es la decisión de la mente de identificarse con el ego. Esa es la causa de todos los problemas.
Así, cuando el Curso habla de causa y efecto, está hablando de la causa como la creencia en la realidad de esa "diminuta y alocada idea". Esta creencia, la causa, conduce entonces al efecto del mundo físico y a todas las diferentes expresiones del sistema de pensamiento del ego en el mundo físico. Así que no hay grados de dificultad en los milagros porque todo lo que el milagro hace es decir que el problema NO está aquí en el cuerpo o en el mundo o en lo que esta persona me está haciendo. El problema es simplemente que tomé la decisión equivocada. El milagro trae el problema de vuelta a donde está en la mente.
Para decirlo simplemente, como veremos en estas secciones, la causa de cada enfermedad, de cada dolor, de cada problema, es LA CREENCIA EN LA SEPARACIÓN. Una vez que definimos la causa con claridad, es obvio que la solución es volver a unirse al Espíritu Santo. Si el problema es que me separé del Espíritu Santo en primer lugar y me dirigí hacia el ego, entonces la solución es simplemente deshacer lo que he hecho. Regreso a mi mente al lugar donde tomé la decisión. Esta es la parte de mi mente que puede elegir, que es donde reside el poder de mi mente. Y luego tomo otra decisión. Es por eso que Jesús dice que su Curso es tan simple. Todo problema surge porque hemos soltado su mano y nos hemos alejado de su amor y de su sistema de pensamiento y nos hemos identificado con el ego. LA SOLUCIÓN ES SIMPLEMENTE TOMAR SU MANO DE NUEVO.
En esta sección vamos a ver la idea que ya he mencionado brevemente, de que se necesitan dos personas para hacer una enfermedad. Por eso, desde el punto de vista de Jesús -- pero no desde el punto de vista del mundo -- nadie aquí está enfermo. Se necesitan dos personas para hacer una enfermedad, así como se necesitan dos personas para hacer una batalla, para librar una guerra. El ego comienza con su creencia de que está en guerra contra Dios. Pero esa creencia está totalmente dentro de su propio sistema; Dios ni siquiera sabe acerda de ello. El Espíritu Santo no está en guerra con el ego. Es la versión del ego o proyección del Espíritu Santo que está en guerra con el ego. No hay guerra. Todo el asunto es completamente una invención.
De manera similar, si la causa de nuestra enfermedad es que estamos separados de Dios, pero Dios ni siquiera sabe que estamos separados de Él, entonces no estamos separados de Él. Si Dios supiera de la separación, si Dios de hecho llamara a lo que hemos hecho "pecado", entonces el pecado sería real, y nosotros realmente nos habríamos separado de Él. El punto del Curso es que, puesto que Dios no sabe acerca de la separación, NUNCA SUCEDIÓ, Y POR LO TANTO NO HAY NADA POR LO QUE EXPIAR. Esa es una definición que Jesús da para la Expiación. Él lo contrasta con la visión cristiana tradicional, que sostiene que Dios sabe que nos hemos separado de Él. Dios sabe que hemos pecado contra Él, y por lo tanto el pecado es real. Ahora tenemos que expiar por ello, que es de donde proviene toda la idea de que el sufrimiento y el sacrificio tienen un valor.
En opinión del Curso, Dios NO sabe de la separación. Por lo tanto, todo el asunto es simplemente una invención. La Expiación entonces es simplemente la corrección de nuestro error -- alejarnos del Espíritu Santo y dirigirnos hacia el ego. Así que la Expiación, o la corrección, es simplemente volver al Espíritu Santo. El milagro entonces es el medio por el cual hacemos eso. Veremos cómo se explica esto a medida que repasemos la sección.
Podemos ver de nuestra discusión anterior que cuando me altero porque estás enfermo, estoy tan enfermo como tú. Obviamente si estoy alterado por tu enfermedad, estoy haciendo que tu enfermedad sea muy real. Se necesitan dos de nosotros para hacer una enfermedad -- tú decides que estás separada y enfermo, y yo decido y estoy de acuerdo contigo. En ese punto, estoy actuando como el ego, porque eso es lo que hace el ego -- hace que el error sea real, hace que el pecado, la separación y la enfermedad sean reales.
Se nos pide en cambio que pensemos como el Espíritu Santo, y que reflejemos Su alternativa en la mente. Esto significa que no hago el error real -en un nivel práctico, NO NIEGO QUE TÚ ESTÉS MANIFESTANDO SÍNTOMAS FÍSICOS, PERO NIEGO QUE ESOS SÍNTOMAS FÍSICOS TENGAN UN EFECTO EN MÍ. Si me siento culpable por lo que has hecho o estás haciendo, si me siento ansioso o deprimido o enojado por ello, entonces obviamente lo estoy haciendo realidad. En ese momento la curación es imposible. Claramente, si estoy haciendo que tu enfermedad sea real, estoy haciendo que la separación, el cuerpo, el juicio y las diferencias sean reales.
La salida de este problema es abandonar el campo de batalla, como dice el Curso, elevarme por encima del campo de batalla (T-23.IV). Dejo el campo de batalla y vuelvo a ese lugar en la mente donde está Jesús. Eso es lo que el Curso llama el instante santo -cuando elijo volver a la mente con él, contemplar todo esto, y luego verlo de otra manera. Veo que tu enfermedad o angustia es tu llamado de ayuda, lo que refleja mi mismo llamado de ayuda.
Kenneth Wapnick, Ph.D.
Fragmento ~ La Verdadera Empatía - PARTE IX: Comentarios sobre la Sección "El acuerdo a unirse" (T-28.III) ~ (9 DE 21) por el Dr. Kenneth Wapnick.