Lección 103

DIOS, AL SER AMOR, ES TAMBIÉN FELICIDAD
(Lección 103)
"Esta lección (103) continúa con el tema de la felicidad, pero Jesús también se enfoca en el miedo, lo opuesto del amor. Necesitamos deshacer nuestra inversión en el miedo antes de que podamos experimentar el amor y encontrar la felicidad que buscamos.
📘(1:1-3) «La felicidad es un atributo del amor. No se puede separar de él ni experimentarse donde éste no está.»
El amor no es de este mundo, ni es del cuerpo. De hecho, el mundo fue hecho para excluir a Dios y a Su Hijo:
“El mundo se fabricó como un acto de agresión contra Dios. Es el símbolo del miedo. Mas ¿qué es el miedo sino la ausencia de amor? El mundo, por lo tanto, se fabricó con la intención de que fuese un lugar en el que Dios no pudiese entrar y en el que Su Hijo pudiese estar separado de Él.” (W-pII.3.2:1-4)
Y el cuerpo es la limitación del amor:
“Estar consciente del cuerpo es lo único que hace que el amor parezca limitado, pues el cuerpo «es» un límite que se le impone al amor. La creencia en un amor limitado fue lo que dio origen al cuerpo, que fue concebido para limitar lo ilimitado. No creas que esto es algo meramente alegórico, pues el cuerpo fue concebido para limitarte a «ti».” (T-18.VIII.1:1-4)
Por lo tanto, ni en el cuerpo ni en el mundo encontraríamos el amor y la felicidad. En estas frases iniciales de la lección, Jesús ha deshecho el sistema de pensamiento de especialismo del ego, que sostiene que el amor es posible aquí, y que siempre se puede comprar a un precio. Esto no significa que debas ser culpable cuando te sientas atraído por las cosas del mundo y el cuerpo, viéndolos como fuentes de felicidad o paz. Sin embargo, Jesús te está pidiendo que te apartes con él del mundo y te des cuenta de que al final estas cosas no te darán lo que deseas. Pueden darte lo que «piensas» que quieres, pero no lo que «realmente» quieres. Aquí es donde entra la honestidad y es tan importante para nuestro progreso en Un Curso de Milagros. Necesitamos ser abiertos acerca de haber estado equivocados en el especialismo que pensamos que queríamos y dedicar nuestras vidas a la adquisición.
🔹️(1:4-6) «El amor no tiene límites, al estar en todas partes. La dicha, por consiguiente, está asimismo en todas partes. Mas la mente puede negar que esto es así, al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infiltrarse y acarrear dolor en lugar de dicha.»
Dentro del sueño, la mente es capaz de fabricar ilusiones, en las que el tomador de decisiones elige al ego y hace real la separación y la individualidad. Esa es la brecha, donde el ego introduce el pecado. El mundo se convierte en el medio para evitar el dolor de regresar a la mente y mirar esa brecha, porque se nos dice que el amor y la felicidad se pueden encontrar «aquí», si no miramos «allí». El ego nos dice además que ir dentro conducirá a la destrucción cierta de nosotros mismos como castigo por nuestro pecado. Este miedo da origen al especialismo que dice que hay una brecha entre tú y yo, porque somos diferentes. Ya sea que hablemos de una persona, un animal, una planta, un objeto, dinero o una sustancia adictiva, el especialismo enseña que hay algo en el mundo que puede hacernos felices.
La Voluntad de Dios, el amor de Jesús, el perdón del Espíritu Santo, no lo harán; pero esta persona o cosa especial puede hacerlo. Así se subsana la aparente brecha entre nosotros. Sin embargo, todo el tiempo, la verdadera brecha en nuestras mentes - entre nosotros mismos y Dios - permanece sin sanar.
🔹️(1:7) «Esta absurda creencia pretende limitar la felicidad al definir al amor como algo limitado, e introducir desacuerdo en lo que no tiene límites ni opuestos.»
La absurda noción de amor del ego - el amor especial - es que está limitado a ciertas personas, lugares, cosas y eventos, pero no está disponible para todos; solo para aquellos especiales que satisfacen mis necesidades. El ego me dice que tienes lo que me falta, lo cual necesito para ser completo - la definición de amor especial - y la razón por la que tienes «algo especial» y yo no es porque me lo quitaste. Por lo tanto, tú y yo existimos en un estado de oposición perpetua - el principio de «uno o el otro». La cuarta ley del caos antes mencionada resume la situación:
“El ego atribuye valor únicamente a aquello de lo que se apropia. Esto conduce a la cuarta ley del caos, que, si las demás son aceptadas, no puede sino ser verdad. Esta supuesta ley es la creencia de que posees aquello de lo que te apropias. De acuerdo con esa ley, la pérdida de otro es tu ganancia y, por consiguiente, no reconoce el hecho de que nunca puedes quitarle nada a nadie, excepto a ti mismo….Pues los que son enemigos no se conceden nada de buen grado el uno al otro, ni procuran compartir las cosas que valoran. Y lo que tus enemigos ocultan de ti debe ser algo que vale la pena poseer, ya que lo mantienen oculto de ti.
Todos los mecanismos de la locura se hacen patentes aquí: el "enemigo" que se fortalece al mantener oculto el valioso legado que debería ser tuyo; la postura que adoptas y el ataque que infliges, los cuales están justificados por razón de lo que se te ha negado; y la pérdida inevitable que el enemigo debe sufrir para que tú te puedas salvar.” (T-23 .II.9:1-4,6-10:1)
Por lo tanto, estamos continuamente en conflicto entre nosotros y con el mundo. Siempre necesito obtener «algo especial» de afuera, que me falta y lo que secretamente creo que es mío. Además, sé que no me lo darás a menos que pague por él, lo que significa que tú y yo, de nuevo, estamos en un perpetuo estado de guerra: injustamente, tengo que pagarte por lo que secretamente creo que me pertenece; y tú crees que la misma injusticia existe para ti. Cuando este trato demente se promulga con Dios, toma la forma de pagarle a Dios por nuestros pecados, logrando la salvación a través de una vida de sufrimiento que creemos que Él exige de nosotros.
📘(2:1) «De este modo, se asocia el miedo con el amor, y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real.»
El miedo se asocia con el amor porque hemos llegado a creer que si no le damos a Dios lo que Él nos pide, seremos destruidos. Preservar el pensamiento demente del ego es una de las razones por las cuales se escribió la Biblia, ya que habla en términos muy claros de las demandas del Dios del ego. De hecho, es imposible leerla y no salir sin sentirse aterrorizado. Se nos dice de muchas maneras que si cruzamos la línea imaginaria de Dios en la arena, convirtiéndonos en cabras en lugar de ovejas, seremos destruidos (ver Mateo 25: 31-46). ¿Cómo, entonces, podría el miedo no estar asociado con el amor?
El miedo conduce a los efectos multitudinarios y dolorosos de nuestras vidas, todos los cuales se experimentan como palpablemente reales. Así se refuerza nuestra existencia como individuos, y todo lo que hemos hecho aquí también. El miedo se ha convertido en realidad porque nuestro pecado se ha convertido en realidad. El pecado exige castigo; y el castigo significa que nuestro miedo ha estado justificado. Nuestros cuerpos repletos de miedo y vulnerables son testigos de la realidad de esta locura.
🔹️(2:2) «Estas imágenes, desprovistas de toda realidad, dan testimonio del temor a Dios, olvidándose de que, al ser Dios Amor, tiene que ser también dicha.»
Si somos honestos con nosotros mismos, nos daríamos cuenta de que nuestras vidas no son felices. Cualquier alegría que pensemos que podemos robar de otros, o de las cosas en el mundo, nunca durará. Esto debería decirnos, si somos realmente de mente abierta, que esta vida de alternancia entre la dicha y el dolor, con un mayor énfasis en la segunda, no puede ser de Dios porque Su dicha es eterna. No aumenta y disminuye con las vicisitudes del mundo.
🔹️(2:3-5) «Hoy trataremos nuevamente de llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que: Dios, al ser Amor, es también felicidad.Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha.»
Jesús nos dice: "No me digas que amas a Dios. Si lo hicieras, aún estarías con Él. Si piensas que estás aquí en este mundo, es debido al miedo." Es crucial para entender, practicar y vivir Un Curso de Milagros que seamos sinceros con Jesús sobre lo que está sucediendo dentro de nosotros, y dejemos de fingir que podemos mantener secretos de él. Dado que él está dentro de nosotros, solo guardamos secretos de nosotros mismos. Esto nunca funcionará, y ciertamente no nos hará felices. Es por eso que él nos insta, en palabras que ya hemos señalado:
“Examina detenidamente qué es lo que estás realmente pidiendo. Sé muy honesto contigo mismo al respecto, pues no debemos ocultarnos nada el uno al otro.” (T-4.III.8:1-2)
“Examina honestamente qué es lo que has pensado que Dios no habría pensado, y qué no has pensado que Dios habría querido que pensases. Examina honestamente tanto lo que has hecho como lo que has dejado sin hacer, y cambia entonces de mentalidad para que así puedas pensar con la Mente de Dios. Esto puede parecer difícil, pero es mucho más fácil que intentar pensar al revés de como piensa Él.” (T-4.IV.2:4-6)
El proceso de llevar nuestros oscuros secretos de culpa y temor al perdón lleno de luz de Jesús es cómo aprendemos que "Dios, al ser Amor, es también felicidad".
🔹️(2:6-7) «Comienza tus sesiones de práctica de hoy con esta asociación que corrige la falsa creencia de que Dios es miedo. Subraya asimismo que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que es Él.»
Vemos de nuevo el énfasis en deshacer nuestras creencias falsas. Estas lecciones, como hemos visto, no están destinadas a ser afirmaciones que podamos usar para hacer callar la culpa o el miedo del ego, sino para expresar la verdad, «hacia la cual llevamos nuestro pensamiento falso». En esta lección, la creencia falsa es el miedo; en lecciones anteriores eran el sufrimiento y el dolor.
📘(3:1) «Permite hoy que esta corrección sea colocada en tu mente en cada hora de vigilia.»
La corrección, a través de la presencia de Jesús, ya está en nuestras mentes, pero debemos elegir permitirla en la conciencia. Nuestra culpabilidad, pecado, terror, secretismo y especialismo son formas de evitar que este pensamiento amoroso sea recordado. La poca buena disposición a traerle estos pensamientos secretos - al menos una vez por hora - es todo lo que él nos pide.
🔹️(3:2-7) «Da la bienvenida entonces a toda la felicidad que dicha corrección brinda a medida que la verdad reemplaza al miedo, y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. Dado que Dios es Amor, se te concederá. Refuerza esa esperanza a menudo a lo largo del día, y acalla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es benévola y completamente cierta: Dios, al ser Amor, es también felicidad. Y la felicidad es lo que busco hoy. No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad.»
El punto que hago una y otra vez - porque Jesús lo hace una y otra vez - es que estas lecciones no significan nada si no las aplicas. A lo largo del día, debes ser consciente de tu miedo - en otros contextos, de la culpa, la infelicidad o el dolor - ya que es en ese momento de conciencia en que pides ayuda. Una vez más, no hagas callar tu incomodidad repitiendo el título de la lección. En cambio, lleva tu malestar a quien te dio estas palabras, y permítele que te recuerde que es el Amor de Dios lo que quieres, ya que por fin reconoces al pobre sustituto que habías elegido en su lugar; un sustituto que ya no quieres que ocupe el lugar de la verdadera dicha y felicidad."
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martinez .