Lección 40

SOY BENDITO POR SER UN HIJO DE DIOS. (Lección 40)
📘(1:1) «Comenzamos hoy a afirmar algunas de las bienaventuranzas a las que tienes derecho por ser quien eres.»
En estas primeras lecciones, como hemos discutido previamente, Jesús deja claro que nuestras mentes se encuentran divididas, parte de las cuales adora los pensamientos de culpa y ataque, mientras que la otra contiene el recuerdo de Quiénes somos realmente. Comenzando con esta lección y continuando durante las próximos diez, Jesús le da a nuestros egos un respiro mientras habla casi exclusivamente acerca del otro lado - "las bienaventuranzas a las que tienes derecho" - nuestras mentes rectas.
📘(1:2-6) «Hoy no se requieren largas sesiones de práctica, sino muchas cortas y frecuentes. Lo ideal sería una cada diez minutos, y se te exhorta a que trates de mantener este horario y a adherirte a él siempre que puedas. Si te olvidas, trata de nuevo. Si hay largas interrupciones, trata de nuevo. Siempre que te acuerdes, trata de nuevo.»
En este ejercicios, a diferencia de los anteriores, Jesús no presenta largos períodos de práctica. Pero sí continúa, muy amablemente por supuesto, haciendo incapié en que intentemos recordar - tan frecuentemente como sea posible cada hora - sin que incurramos en pensar que el olvido representa un pecado. Está bastante claro que Jesús sabe que nos olvidaremos con frecuencia y que nos culparemos por ello. El siguiente párrafo es extremadamente importante porque nos ayuda a reconocer que estos ejercicios deben aplicarse todo el tiempo, ya sea que estemos meditando en una habitación tranquila, o que estemos ocupados. «No tenemos que cerrar los ojos para poder recordar a Dios y a su Hijo»:
📘(2) «No es preciso que cierres los ojos durante los ejercicios, aunque probablemente te resultará beneficioso hacerlo. Mas puede que durante el día te encuentres en situaciones en las que no puedas cerrar los ojos. No obstante, no dejes de hacer la sesión por eso. Puedes practicar muy bien en cualquier circunstancia, si realmente deseas hacerlo.»
Por lo tanto, no importa dónde te encuentres durante el día - conduciendo tu automóvil, comiendo con un amigo, solo en silencio, ocupado en el trabajo - puedes recordar la lección de hoy.
📘(3) «Los ejercicios de hoy no requieren ningún esfuerzo ni mucho tiempo. Repite la idea de hoy y luego añade varios de los atributos que asocias con ser un Hijo de Dios, aplicándotelos a ti mismo. Una sesión de práctica, por ejemplo, podría consistir en lo siguiente:
Soy bendito por ser un Hijo de Dios.
Soy feliz y estoy en paz; soy amoroso y estoy contento.
Otra podría ser, por ejemplo:
Soy bendito por ser un Hijo de Dios.
Estoy calmado y sereno; me siento seguro y confiado.
Si sólo dispones de un momento, basta con que simplemente te digas a ti mismo que eres bendito por ser un Hijo de Dios.»
Jesús nos está pidiendo que tomemos la declaración general de nuestra Identidad y que la hagamos más específica, por lo que es más personal para nosotros. La línea final de la lección reitera que no necesitamos un lugar tranquilo ni que tampoco tenemos necesidad de tiempo para recordar.
La enseñanza subyacente de Jesús aquí es que necesitamos tiempo y lugar - es decir, rituales - siempre que nos identifiquemos con nuestros cuerpos. Pero dado que las enseñanzas en última instancia de Jesús es que somos mentes, el destetarnos a nosotros de nuestra dependencia de factores externos es un paso muy importante hacia nuestra identificación final con la mente: la fuente de nuestra bienaventuranza, así como el lugar de nacimiento de nuestra resistencia a aceptar Quiénes somos en verdad."
~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick .Traducción al Español por Alfonso Martinez .