Lección 3

No entiendo nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar]

Nada en esta habitación significa nada porque le he dado todo el significado que tiene. Por lo tanto, ya que le he dado su significado, ¿cómo podría yo, un ser separado del significado, entenderlo? Puedo entenderlo desde el punto de vista de mi ego porque sirve el propósito de hacer realidad el mundo y mi experiencia de él. Pero no puedo entenderlo verdaderamente, porque el propósito del mundo, como comenté anteriormente, es impedir que lo entienda. El «verdadero» entendimiento me haría comprender el propósito que le he dado a todo y a todos en mi vida. Nuevamente, estas primeras lecciones tienen como uno de sus objetivos importantes el de hacernos humildes, para que nos demos cuenta de que no entendemos nada. Esto es lo que subyace a la declaración importante de Jesús (¡si no escandalosa!) en el texto: “Todavía estás convencido de que tu entendimiento constituye una poderosa aportación a la verdad y de que hace que ésta sea lo que es. T-18.IV.7:5. La lección comienza con el énfasis en la indiscriminación que ya hemos visto:

L-pI.3.1:1 «Aplica esta idea de la misma manera que las anteriores, sin hacer distinciones de ninguna clase.»

Esto significa que yo no entiendo nada. Creo que entiendo para qué sirve la pluma o la taza, pero no entiendo que su propósito «final» es mantenerme arraigado en la ilusión y fuera del Cielo. Mi ego me diría que la pluma es para escribir, la taza para beber y la ropa para cubrir el cuerpo, pero no entiendo el propósito subyacente del ego para estos y todos los demás aspectos del mundo material.

L-pI.3:2-5 «Cualquier cosa que veas se convierte en el objeto adecuado para la aplicación de la idea. Asegúrate de no cuestionar si es adecuado o no aplicarle la idea a algo. En estos ejercicios no se trata de juzgar. Cualquier cosa es adecuada si la ves.»

Inconscientemente, ciertamente cuestionamos la idoneidad de algunas cosas. Una vez más, nadie cree que su brazo sea menos importante que una manzana o un botón. Creemos que hay una diferencia extremadamente importante entre ellos. Cualquier cosa es adecuada si la ves, porque si la veo, no puede ser real. Esto se debe a que "vemos" con nuestros ojos, y nuestros ojos, como de hecho todos nuestros órganos sensoriales, fueron fabricados específicamente para no «ver». En otras palabras, fueron fabricados por el ego para mirar «fuera» de la mente, mientras que la verdadera visión es sólo «dentro» de la mente. Es esa irrealidad fundamental la que une todo en este mundo.

L-pI.3:6-7 «Tal vez algunas de las cosas que veas tengan una carga emocional para ti. Trata de dejar a un lado esos sentimientos, y simplemente aplícales la idea tal como se la aplicarías a cualquier otra cosa.»

Lo que es útil acerca de estas lecciones - si se les presta cuidadosa atención - es que traerán a la superficie todos nuestros valores inconscientes y ocultos, similares a las pruebas proyectivas utilizadas por los psicólogos para ayudar a entender la dinámica subyacente del trastorno psicológico de una persona. Veremos este tema reflejado en las lecciones venideras.

L-pI.3.2 «El objetivo de los ejercicios es ayudarte a despejar la mente de todas las asociaciones del pasado, para que puedas ver las cosas exactamente tal como se presentan ante ti ahora y también para que te des cuenta de lo poco que realmente entiendes acerca de ellas. Es esencial, por lo tanto, que tu mente se mantenga perfectamente receptiva y libre de juicios al seleccionar las cosas a las cuales vas a aplicar la idea del día. A tal efecto, una cosa es como cualquier otra: igualmente adecuada y, por lo tanto, igualmente útil.»

Esta es la declaración más profunda hecha hasta ahora, y su significado debe ser muy claro. Jesús está tratando de ayudarnos a dejar ir el pasado, ya que mientras permanezca oculto a nuestra conciencia, no podemos deshacerlo. Si se deja enterrado, por lo tanto, el pasado continúa asomando su cabeza guiada por la culpa y llena de juicios una y otra vez. La clave para este deshacimiento radica en el principio que subyace en estos ejercicios: la inherente igualdad de todas las ilusiones.

~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez.