Lección 9

No veo nada tal como es ahora.

La lección 9 sigue lógicamente de las Lecciones 7 y 8. Si mis pensamientos carecen de significado porque mi mente se encuentra ocupada previamente con un pasado que no existe, y el pasado no existe porque está arraigado en el pecado y la separación, que nunca sucedió, entonces debe lógicamente seguir que "no veo nada como es ahora".

L-pI.9.1:1-2 «Esta idea es, obviamente, la consecuencia lógica de las dos anteriores. Pero si bien es posible que la puedas aceptar intelectualmente, es muy probable que todavía no signifique nada para ti.»

Esto es un leve eufemismo. La idea no significará nada para nosotros porque estamos aterrados de lo que realmente significa. En el instante santo, que es el significado de "ahora", no hay nada para ser visto. El capítulo 18 en el texto dice: “No hay ni un solo instante en el que el cuerpo exista en absoluto.” (T-18.VII.3:1), lo que significa que en el instante santo no hay cuerpo. ¿Por qué? Porque no hay pensamiento de separación; no hay pecado, culpa, ni miedo, y por lo tanto no se necesita el cuerpo para defenderse contra esos pensamientos. Estos son los obstáculos a la verdad a los que Jesús se refirió en la lección anterior. Por lo tanto, todo lo que “veo” es una defensa contra el instante santo.

L-pI.9.1:3-7 «De todas formas, el entendimiento no es necesario a estas alturas. De hecho, reconocer que no entiendes es un requisito previo para erradicar tus falsas ideas. Estos ejercicios tienen que ver con la práctica, no con el entendimiento. No necesitas practicar lo que ya entiendes. Sería bastante redundante, por cierto, tener como meta el entendimiento y al mismo tiempo asumir que ya lo has alcanzado.»

Esta es la misma idea que subrayé en la lección anterior: la importancia de reconocer que tu mente está en blanco cuando está pensando. Pensamos que entendemos lo que estamos pensando. Pero en verdad no entendemos nada, porque nuestro llamado pensamiento es un obstáculo para el verdadero entendimiento, que en Un Curso de Milagros se equipara con la verdad o la visión. Cité anteriormente de "La pequeña dosis de buena voluntad", donde Jesús dice "todavía estás convencido de que tu entendimiento constituye una poderosa aportación a la verdad y de que hace que ésta sea lo que es." (T-18.IV.7: 5). En otras palabras, nuestra comprensión no es necesaria. Sin embargo, lo que es necesario es que estemos dispuestos a aceptar que no entendemos nada. Si podemos aceptar ese hecho, estamos despejando el camino para que nuestro verdadero Maestro nos instruya. Pero si seguimos insistiendo en que entendemos y tenemos razón, no hay manera de que Jesús pueda enseñarnos. En nuestra arrogancia demente creemos que no hay nada que necesitemos aprender. En una lección que vendrá más adelante, leemos: “Nadie cuestiona lo que ya ha definido. Y el propósito de estos ejercicios es hacer preguntas y recibir respuestas.” (W-pI.28.4:1-2) Por lo tanto, es nuestra voluntad de «practicar» y «aplicar» las lecciones, en todos y cada uno de los momentos que podamos, lo que nos permitirá comprenderlo en última instancia.

L-pI.9.2:1 «A la mente no entrenada le resulta difícil creer que lo que aparentemente contempla realmente no está ahí.»

Es extremadamente difícil para nosotros creer que lo que estamos viendo no está ahí. Creemos que vemos una sala llena de personas y sillas, un reloj, un lago congelado [esta clase se llevó a cabo durante el invierno en Catskill Mountains, Nueva York], etc. En la "realidad", todo lo que estamos viendo es una imagen externa de nuestros pensamientos de separación, las formas específicas que son proyecciones de nuestro sistema de pensamiento ilusorio.

L-pI.9.2:2-3 «Esta idea puede producir gran inquietud, y toparse con gran resistencia, la cual puede manifestarse de muchas maneras. No obstante, eso no excluye el que la apliques.»

Nuevamente, no es necesario comprender o estar de acuerdo con las ideas del libro de ejercicios. Jesús simplemente nos está pidiendo que las hagamos. El pensamiento para hoy debería ser perturbador, y hay algo que anda mal si no lo es. Como ya hemos discutido, si lo que estás viendo no está ahí y experimentas el verte a ti mismo - tu yo físico y tus pensamientos - entonces «tú» no estás ahí. ¿Qué podría ser más perturbador que eso? No es necesario aceptar esta idea como verdad. Jesús simplemente te está pidiendo que comiences el proceso de entrenar tu mente para pensar como él piensa.

L-pI.9.2:4-5 «Esto es lo único que se requiere para estos ejercicios o para cualesquiera otros. Cada pequeño paso despejará la obscuridad un poco más, y el entendimiento finalmente llegará para iluminar cada rincón de la mente que haya sido despejada de los escombros que la enturbiaban.»

Este es un tema extremadamente importante, y lo repetiremos una y otra vez: deshacer las interferencias a recordar el amor. Cuando eliminas los escombros enturbiantes de la mente - es decir, los pensamientos sin significado enraizados en el sistema de pensamiento del ego - lo que queda es la visión de Cristo, y ese es el entendimiento. Esto no tiene nada que ver con lo que sucede en el mundo, sino con darse cuenta de que no hay nada aquí en el mundo a ser entendido. Me recuerda una declaración hecha por Miguel Ángel sobre su escultura. Explicó que primero vio la imagen en la piedra y luego quitó lo que no pertenecía. La imagen de Cristo, que es la luz de nuestra verdadera Identidad, ya está en nuestras mentes a través del Espíritu Santo. Nuestra responsabilidad es simplemente traer a Su verdad los escombros enturbiantes de nuestras ilusiones, lo que conduce a una experiencia del Amor de Dios y la unicidad de la Filiación. El resto de la lección proporciona instrucciones para los ejercicios.

L-pI.9.3 «Estos ejercicios, para los que tres o cuatro sesiones de práctica son suficientes, consisten en que mires a tu alrededor y apliques la idea de hoy a cualquier cosa que veas, sin olvidarte de la necesidad de aplicarla imparcialmente, y la regla esencial de no excluir nada. Por ejemplo: No veo esta máquina de escribir tal como es ahora. No veo este teléfono tal como es ahora. No veo este brazo tal como es ahora. (4) Empieza con aquellas cosas que estén más cerca de ti, y luego extiende tu campo visual: No veo ese perchero tal como es ahora. No veo esa puerta tal como es ahora. No veo esa cara tal como es ahora.»

Nota nuevamente que Jesús enfatiza la aplicación indiscriminada - sin excluir «nada». Nos está ayudando a ser específicos sin ser ritualistas y obsesivos, el objetivo final es generalizar de lo específico a «todos» los aspectos del mundo perceptivo - lo trivial y lo importante, tanto lo cercano como lo lejano. Jesús cierra la lección con otro recordatorio más:

L-pI.9.5 «Hay que subrayar nuevamente, que, si bien no debes intentar incluirlo todo, tampoco debes excluir nada en particular. Asegúrate de ser honesto contigo mismo al hacer esta distinción. Es posible que te sientas tentado de enmascararla.»

A medida que avances en el libro de ejercicios, vas a ver la relevancia de estas instrucciones de no exclusión, de igual forma verás la importancia de ser honesto en cuanto a ver la resistencia que presentas al permitir el deshacimiento del ego."

~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez.